La inteligencia emocional debería considerarse como una forma de inteligencia mas amplia; una inteligencia verdaderamente nueva, en definitiva, a asumir el control sobre las inteligencias de orden más primario. Gardner
Desde algún tiempo para aquí la sociedad ha empezado a darle importancia a la inteligencia emocional. Hasta hace muy poco, por diversas situaciones culturales y sociales, se penalizaba tener emociones. Si eras un chico llorar estaba mal y si eras una chica y gritabas enfadada era por que estabas loca. Por suerte, y en un alarde de coherencia, la sociedad ha empezado a replantearse estos razonamientos y ha valorar un poco más las emociones. Al fin y al cabo los sentimientos son increíblemente importantes. Sin emociones el cerebro no podría comunicarnos nuestra interpretación de la realidad y no sabríamos que estamos viviendo.
Aprovechando esta corriente social basada en el sentido común, están empezando a surgir diferentes metodologías para conocerse a uno mismo, lo cual no es sencillo pero si muy importante. He aprendido a lo largo de los años que cuanto más te conozcas, mas podrás desarrollarte en el día a día. Y lo más importante que he aprendido respecto a este tema es que todos los que me han dicho que expresar y sentir emociones es de maricas, son unos completos gilipollas. No digo que yo no sea gilipollas o que ellos lo hagan por mal, pero si os puedo asegurar que son gilipollas.
Entenderse a uno mismo y entender nuestras emociones nos ayudan a saber que nos pasa y que estamos viviendo. Cuanto más amplio sea el entendimiento en esta materia, más fácil nos sera desarrollarnos en el día a día. John Mayer, psicólogo de la Universidad de New Hampshire y precursor de la teoría de la inteligencia emocional, descubrió que ser consciente de nuestros sentimientos e intentar cambiarlos son dos cuestiones que siempre van juntas. Si sabemos que estamos enfadados automáticamente comenzamos a disipar ese enfado de manera natural o por lo menos comenzamos a minimizarlo a base de comprender el por que nos hemos enfadado.
A la vez es muy importante entender que no todos sentimos y entendemos igual los sentimientos. Mayer afirma que hay tres tipos de personas a la hora de apreciar y tratar las emociones:
A la vez es muy importante entender que no todos sentimos y entendemos igual los sentimientos. Mayer afirma que hay tres tipos de personas a la hora de apreciar y tratar las emociones:
- Personas conscientes de sí misma: son personas con una inteligencia emocional más desarrollada. Son personas que son conscientes de sus emociones mientras las experimentan, y por tanto tienen una vida emocional más desarrollada. Esto empuja a este tipo de gente a una vida más autónoma y consciente de sus propias limitaciones. Por norma general son personas con una psicología sana y con una visión de la vida que tiende a ser mas asertiva y por consecuencia, menos obsesionadas con ante emociones negativas.
- Personas atrapadas en sus emociones: son personas que suelen sentirse desbordadas por sus emociones y que son incapaces de escapar de ellas. Son volátiles y poco conscientes de sus sentimientos. Esto les suele dar una falta de perspectiva que les empuja a sentirse abrumadas y perdidas en sus emociones. Sienten que sus sentimientos es una parte de su vida que no pueden controlar y que los estados negativos son irremediables.
- Personas que aceptan resignadamente sus emociones: son personas que casi siempre suelen percibir con claridad sus emociones. Tienden a aceptar sus estados de animo de manera pasiva.y rara vez intentan cambiarlos. En cuanto a este tipo de gente parecen haber dos tipos diferentes de aceptadores. Mayer los clasifica en los que suelen estar de buen humor y siempre encuentran motivación para superar emociones negativas y los que por contra son presas de las emociones negativas. Estos últimos aceptan estos estados con una actitud que les impide cambiarlos, ya que la molestia que les supone su pesar es abrumadora. Esta pauta es típica de la gente que sufre depresión, ya que se resignan a la situación que les acoge.
Por tanto, conocerte a ti mismo y a tus emociones es una herramienta clave para un correcto desarrollo personal. No reprimas tus emociones, síguelas, razónalas y entiéndelas. Por que a la hora de la verdad lo único que hay que reprimir es el llamarle marica a la gente. ¡Esta feo, joder!
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